Amigo lector:
Si te queda una luz de amor en la mirada y el cansancio no quiebra tu intelecto, luego de un día sembrado de avatares, te invito a acompañar estas lecturas.
Soy humana criatura, soy especie natural que te convoca a llorar o reír con los ensueños que nacieron en días de locura, en tardes de bellos arcoiris o investida con ropas de otros seres que encontré vibrantes y atractivos.
Vengo de una Patria dolorida que se nutrió de tantas voces, como razas del planeta poblaron su extensa desmesura. La melancolía de las pampas se eleva en los Andes y se baña en sus costas majestuosas; los ríos y arroyos tienen el don de hablarnos sin palabras, de invadir los sentidos y embriagarnos de luz con solo verlos.
Desde este lugar que es mi Argentina, te saludo y te invito a recorrer un mundo diferente, mi mundo de poeta, a pulsar en los cuadros de mi diestra y encontrar las portadas de algunas de mis letras, muestrario variopinto de un corazón alerta que dice ser poeta.
Permíteme saludar agradecida al microcosmos de mi trova.
A mi familia y mis amigos que son mi querida platea personal.
A Pepe Eliaschev periodista con sangre de poeta.
A anaMía la dueña de las llaves de este reino que me abrió las puertas de Poesía Virtual.
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¡GRACIAS!
Gracias por visitar mis letras
y transitar mis páginas virtuales.
Gracias por posar tu vista en este mundo
que quiero hacer tuyo cada día.
Gracias por tu mirada crítica o galante,
por demorar tu tiempo en mis espacios,
por derrotar un poco la atonía
de vivir el presente que es tan duro
y apostar a los sueños de poeta.
Si me lees no prometo salvaciones
pero si una cuota-fantasía,
para que fluya tu espíritu sin miedos
y puedas poblar con ilusiones
tanto mundo de penas cotidiano.
Gracias Señor
por permitirme el idioma universal de la palabra
que por escrita es camino de lectores
y por lectores camino de poesía.
Marta Beatriz Carrillo
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