Señales del tiempo
que el tiempo ha marcado.
La calle dormida
sin luces, sin canto.
La noche perdida
buscando una esquina.
La reja enlazada
con una pareja.
No importa si el muro
desgrana el pellejo
si el amor se apoya
en abrazo tiernos
buscando el silencio
del obscuro hueco.
La calle empedrada
que brilla al rocío
sacude los carros
que despiertan huesos.
A nadie le apura
cada recoveco.
La vejez del barrio
se llena de retos
el que quiere luces
o el que quiere besos.
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