Llama a mi puerta
cuando el Sol te ciegue en la mañana
florando primaveras en las ramas
o tiritando después de la nevada.
Cuando la noche
te cubra de penumbras.
Cuando no encuentres
motivos para verme.
Llama a mi puerta
sin dar explicaciones
y escanciaremos
gota a gota las tristezas
entre cristales de vides añejadas
para aliviar el peso de una pena..
Llama a mi puerta
que encontrarás café siempre alertado
y algunos troncos fundidos en la hoguera
para entibiar la charla apetecida
para mirarnos de adentro cara a cara
en confesión de laicos hermanados.
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