Hay un espacio de luz cuando me miras
en un espeso y sombrío laberinto.
Donde escondes tus penas sin medida.
Donde encierras las lágrimas vividas.
Apenas sonríen tus pupilas
aventando nubes mariposa
mientras la brisa camina los trigales
persiguiendo las aves a su paso.
Ese breve misterio que me mira.
capaz de inundarme de ternuras
es dueño de opacas alegrías
que un día huyeron sutilmente
y abrazaron de muerte sus amores
destruyendo lo poco que tenía
que hoy reclaman calacas en su nombre.
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