La muerte te visitó un día
y te llenó de sermones
y te ordenó presurosa
que no le pidas perdones
que te olvides de la vida
y de romper corazones.
- “No esperes que las calacas
te lleven al camposanto.
Levántate de la hamaca
compone tus mil acciones
y encamínate solito
repartiendo tus doblones “-
Obediente te portaste
y trabajaste a destajo.
Flaco de tus desamores.
Flaco de todos tus bienes.
La muerte buscó y buscó
donde mecías tus goces
y solo encontró una tumba
de negro mármol y flores
donde escribiste aquel día.
“Aquí yacen mis dolores”
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