Me acuesto con mis versos cada noche.
Y pienso recobrarlos de mañana.
Y es tal el vértigo del día,
que cuando poso mi mano en mis apuntes,
solo atino a describir que tu eres mío.
Que mis sueños se fueron madrugados.
Que una frase separa mis besos de tus besos.
Que la aurora me encuentra sin palabras.
Y me duermo embriagada de poesía.
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