¡Que fácil!
caminar a tu lado
y perder la mañana,
esquivando la lluvia,
la rutina del subte.
¡Que fácil!
reír con tu risa,
tiritando de frío,
desafiando las olas,
salpicados de mares.
¡Que fácil!
olvidarnos del mundo,
perdida la mirada,
encontrados los cuerpos.
¡Que fácil!
desafiar la tristeza
con la dicha de amarte,
inundada de versos.
¡Que fácil!
cruzar las calzadas
y las calles desiertas,
para huir en tus brazos,
inundada de besos.
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