Flota un cisne en la ciénaga esmeralda.
Sueña su tarde popurrí el bambú.
Sus dedos hurgan en la regia espalda
de un maniquí guerrero. Es el ombú,
la bella sombra que arremete al día,
que fiel ataja innumerables soles.
Se escuchan duendes, baladí porfía
con las ninfas untadas de arreboles.
Mira la luna rota su reflejo
en el estanque vespertino; esquiva,
hebras de plata le entregó al espejo.
Los congregados créenla cautiva;
luciérnagas se unen a los grillos,
que gritan, — ¡rescatadle farolillos!
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