Quiero estar…
y besar con calor el suelo salobre
para saciarme con la entereza
y el hambre de la tierra.
Si es posible, un día
abrir los cauces de los ríos
como si fuesen las compuertas
de una presa solitaria,
para darle de beber al mundo.
Quiero estar en los follajes
verdes para no dejarlos morir
y perderme después
en donde las olas
sacuden las conciencias,
a manera de alimentar la pobreza
de los parias
con un abrazo
y tal vez con un pedazo de pan.
Sentir sobre mi alma entristecida
el peso de la humanidad,
para besar a los niños ajenos
como si fuesen propios.
Quiero estar
cuando las causas
y las cosas cambien
para bien,
sencillamente… quiero estar.
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