Sufrí mi suerte, sí como un poseso
perdido en su dolor hoy delirante
y supe eclosionar* el suave beso
en mi fugaz amor, itinerante.
Y el beso que te diera ese poseso
hoy pudo traspasar tu blanco guante
sin tu mano manchar ni ser por eso
el sueño tan fugaz de aquel instante.
Y en esa forma de poder besarte
con ansiedad mortal en mi batalla
rindiose el corazón a tanta suerte.
El cielo deslumbrose por amarte
mientras mi boca la ansiedad ya calla
y el soneto se muere por desearte.
*Eclosión: nacimiento de una flor.
|