Cuando decaiga el sol en lontananza
con celestial decoro
y el deshojar de impuras margaritas
buscaré tu regazo
y el vergel de tu vida tan florida.
Y hallaré la flor más pesarosa
de aquel jardín de oriente
que trajo el viento azul a tus pestañas,
la paz que a ti te adorna
y el tallo de linaje de una rosa.