Se quebraron mis alas penitentes
sollozaron mis versos más queridos
fracasaron los duros arlequines
y como presa perdida e indolente
arreciaron las dudas en mi mente
No me mueve el amor ni la simiente
no me causa dolor la luna llena
ni las estrellas todas agresivas
violentan de forma osada
mi verbo y mi poesía.
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