Mueren las flores del alma
en el jardin del sentimiento.
¡Mueren las flores del alma!
se mueren en silencio.
¿Quién las arrancó?¡Dios mio!
y luego las tiró al suelo.
Quién enciende la luz de los sueños,
en la oscuridad eterna de la noche,
en esa hora que, duerme el pensamiento,
y se despiertan las fugaces ilusiones.
Páramos profundos de silencio,
oráculos con secretas dilaciones,
armónicos espacios de misterio,
santuario oculto de los dioses.
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