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Qué fue de la mirada,
que mi corazón sentía,
en la ardiente emoción,
de la expresión de la vida?.
Manantial del sentimiento,
de un amor que no olvida,
pétalo de la flor,
de su fragancia encendida.
De su tallo de dolor,
la dulzura de la vida,
y de su clara primavera,
color y poesía.
Tan solo yo pensé,
y tras pensar escribia,
palabras de las palabras,
y entre ellas, melancolía,
por no sentir cerca de mi,
tu dulce compañia.
Que poco sé de amistad,
solo mi amor está a la vista,
solo soy la mujer, el orgullo,
la rabia, impotencia de niña.
Es cierto, no sé de nada,
ni de cuidarme a mi misma,
solo sé que amo siempre,
solo intento hacer poesía.
Sé que apenas soy nada,
que nadie me ve a la deriva,
solo el inmenso mar me acoge,
y como lo que cae sobre él,
lo engulle, deja sin vida,
para dar vida a otras vidas.
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