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A lo lejos te veo venir
entre el marco de mi ventana
entra el sol de la mañana
la puerta te voy ha abrir.
No salgo de asombro
cuando esta está abierta
contemplo soledad y tormenta
y solo veo escombros
A la ventana vuelvo
y suave entra la brisa
te acercas a mi deprisa
con ojos negros de cuervo.
Se dibuja en mi la sonrisa
y mis pies aceleran su paso
hacer a mi mente caso
me hace sentir sumisa.
Pero mi desgracia sea dicha
cuando el pomo agarro
y al girarlo abro
a la verdad antedicha.
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