No existe mayor felicidad que la tristeza
que con sus lágrimas de algodón
suavizan mis mejillas tensas
y que aunque hierva de dolor
a mi corazón despierta.
No existe mayor placer que el llorar
que vacían los cuencos de mis ojos
que se desprenden de su aliada
la salada y cansada.
Porque la vida no es sonrisa sin llanto
porque la vida no es linda sin tormento
porque la vida no es magia sin canto
porque la vida no es vida si no siento.
|