Si la sinfonía enamora al hada
que a ti te hizo encantar
no te asustes de nada
la felicidad vas a encontrar.
Si el veneno se hizo vigente
y encalló dentro de tu piel
no temas al indigente
que endulzara tu salado ser.
Cuando las corcheas viajen
libres por la brisa del viento
agárrate a la más cercana
y congelando el momento
humedece tu alma
y olvídate del tiempo.
No busques significado
a aquello que no lo tiene
disfruta del rudo pecado
que sobre hilos te mantiene.
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