(Gracias a tu gracia, pude empezar
y terminar hablando de ti y de por ahí,
te amo,
donde quiera que estés,
a donde quiera que vayas,
a quien quiera que quieras,
o quien quiera que seas,
te amo.)
Palabras al viento,
escritas en silencio,
con arranque
y tinta de mi desaliento.
Echadas a la inmensidad
girando en espiral
impregnadas de ti
con lo poco que queda de mí.
Desanimadas,
aturdidas,
con afán y
coraje de elevarse,
más allá de donde
ya no puedan lastimarme,
adonde no haya que ocultarme,
puesto que están ideadas
de esqueleto, dolor y luz de tus cabellos.
Por eso ya las dejo,
que vuelen libres por el tiempo
y así,
te libero,
vete, te lo ruego,
eres libre,
ya no te detengo.
Libérame,
yo aquí sin ti, ya nada espero
solo antes demando un último beso
y con este ultimo deseo
todo va oscureciendo,
va quedando negro,
igual que mis letras
en el firmamento.
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