tus manos son para mi el mar que me contiene
me derrama, me desintegra
y sin embargo…
camino dentro de ellas como si fuera nada
más que los diez dedos que me llevan
por los mil caminos donde te pierdo
me escondo y emerjo sólo para que mis manos
sean una continuidad irrevocable con las tuyas
tus manos son dos árboles abiertos hacia el cielo
o las raíces imprescindibles del viento desatado
aparceras del tiempo que dibujan mi alma
rasgando cuerdas de un instrumento aéreo
infinitamente inexistente y peregrino
senderos construidos
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