Probé la miel que destila de la luna,
probé tus labios que de miel estaban llenos,
probé tu amor en aquel sublime sueño,
mientras tanto de sol a sol me creo tu dueño,
En mi atonía por tratar de conquistarte distingo que mi aliento lo atrofia tu mirada,
expirando de nuevo poder probar tu dulce miel,
mi menguante alma no entiende de razones,
y solo espera que en el cielo te sazones
para así probar tu miel que mi
lapso de ella esta aferrada...
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