Te marchaste como se marcha la neblina al salir el sol
dejando la nube de tu ausencia y el sabor de ti en mi boca.
te busque en el infierno de mis noches
y en las desdichas causadas por tu huída
al no encontrar camino que me llevase a ti, decidí perderme.
Y me perdí de nuevo en tus brazos, tus caricias y abrazos
sin que tú estuvieses enterada y aunque fui tu confidente, amante
y en ocasiones tu amigo, hoy tan solo soy olvido empolvado
que viaja por los rincones del recuerdo-
tratando de encontrar en la noche clara alguna salida.
noche que tantos recuerdos aloja
mientras busco tu cuerpo inútilmente en las estrellas
dibujando en mi lienzo endeble tu silueta invisible.
el canto de tus ojos me incita y resbalo por una lagrima tuya
nuevamente hacia el abismo del desprecio,
desprecio dulce que me baña cual yugo firme asesina con miradas…
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