Cual árbol que ya no da frutos he quedado sólo
como esperanza muerta por el olvido y el recuerdo
de la única mujer que leía mis incoherencias
ahora soy tan sólo el epílogo de tu vida,
y el ocaso de la primavera,
hojas secas del otoño que un día fueron alegría
y loas de los enamorados, mientras persigo
tu sombra en la oscuridad tratando de atraparla,
como el sol a la luna, con la esperanza
que solo un enamorado puede tener.
Te atrapo entre mis manos pero desapareces
como la luz del faro en lo alto de la montaña,
te sigo buscando como busca el loco
por la carretera su destino a sabiendas
que no encontraré nada, tan solo soledad
Mientras el silencio de la noche me relaja
y busco entre las sombras tu imagen reflejada en la nada
tus insípidos labios que ofreces cual mercader
ofrece sus productos, en mi agonía
y el olvido a cuestas procuro disipar
el yugo de tu imagen que tanto daño me ha causado…
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