Silenciosamente he caminado por mi calle
cuando la noche me regala sus perfumes
cuando en el prado duermen los jazmines
junto a los lirios, pensamientos y claveles.
He pensado en tí mirando las estrellas
imaginando tu voz, tu rostro y tu mirada
mujer desconocida suspendida en una nube
jugando con el azul del cielo allá en lo alto.
Ahora eres solo el comienzo de este sueño
que nace embrujado por las dulces sombras
quizás mañana cuando la luz y el sol regresen
pueda mirar tus ojos y decirte lo que siento.
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