Se mueren otra vez las hojas verdes
y cambia el color de mi calle solitaria
tiemblan los árboles desnudos
así también mi pecho se estremece.
Las ventanas ahora están cerradas
de pronto se apagaron las canciones
las voces de los niños que jugaban
y aquellos trinos en cada madrugada.
Llega el otoño con sus heladas manos
ocultando el sol y oscureciendo mi alma
cuando sus dedos acarician mis recuerdos
mi corazón se cubre de frío y de nostalgias.
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