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No sé que pasaba que ayer te ví triste
tus ojos perdidos en la lejanía
les faltaba el brillo que siempre tenían
en silencio sufres pues nada dijiste
son muchos pesares que te causan pena.
Quizás te has cansado de seguir andando
has tenido tanto dolor y tristezas
llevando en el alma pesadas cadenas
más estoy contigo para sostenerte
para ser tu amigo en cualquier batalla.
Por eso yo quiero que oigas mis palabras
te ofrezco mi pecho si te falta abrigo
si quieres llorar, yo lloro contigo
si son mil tormentas o son alegrías.
Mira mi sendero donde ahora hay flores
abrojos y espinas en un tiempo hubo
Dios me dio su mano y en su compañía
me mostró lo hermoso que tiene la vida
abriendo ventanas para ser dichoso.
Mira al infinito y extiende tus brazos
sentirás de pronto la suave caricia
de la voz divina que trae la brisa
deja que se lleve odios y rencores
y la nueva aurora te llene de gozo.
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