|
Me detengo al borde de esta senda
cansado de la distancia recorrida
pesado se me ha hecho el equipaje
es preciso que aliviane mis valijas.
Tiraré todas las penas y la melancolía
que me hicieron llorar durante el viaje
tantas veces me robaron las sonrisas
cuando tuve en mis manos la alegría.
Dejaré también las dudas y temores
esos amores que aún causan heridas
noches oscuras sin luna y sin estrellas
que ahora aquí en mi alma solo pesan
hay también palabras que aún queman
que ya deben olvidarse para siempre
quedarán sobre las piedras esparcidas
nunca más he de cargarlas en mi vida.
Los recuerdos que solo me hacen daño
han de quedar finalmente abandonados
seguiré la ruta que Dios me ha definido
dejando atrás aquello que ha sobrado.
Continuaré porque es largo este camino
bajo el sol, con viento y lluvia sin descanso
con la esperanza y con la fe de un peregrino.
|
