Ya no podrás negarlo, eres mía, solo mía
como estos ojos que te buscan cada noche
como el sonido de mi voz, como mi sombra
así eres mía, sintiendo tu piel estremecida
ligada a mi como el dolor, como mi nombre.
Porque he bebido de tu alma toda la dulzura
como el sol cuando se lleva el agua de la lluvia
si tú eres leño, yo soy el fuego que te abraza
si tú eres mar, yo soy tormenta y soy la playa
eres al fin mujer y yo soy el hombre que te ama.
Es la fuerza incontenible de este amor inmenso
es la intensa sed de un caminante en el desierto
así te amo y con ansias te hago mía para siempre
con música del cielo y mil campanas en el viento
con la fuerza inagotable y un deseo que no muere
Es por eso que al mirarte tengo todas las estrellas
y la tierna calidez de tu cuerpo entre mis brazos
eres mía hoy y lo serás hasta el final del tiempo
y si encuentro otro mundo después de mi partida
te buscaré incansable para que sigas siendo mía.
|