Si yo pudiera entender lo que se esconde en mis delirios
si pudiera descifrar esos signos que aún no se han borrado
ni con mis lágrimas o las tuyas que me queman cada día
si encontrara la forma de matar esta maldita hipocondría
que consume las fuerzas de un superhombre derrumbado.
Te diría; amor llévame contigo hasta el vértice de tu alma
y lánzame al abismo de las turbulentas y viejas letanías
o déjame desnudo en una mañana fría de este invierno
para volver a nacer como un niño que recién abre sus ojos.
Si sucede, quizás comprenda que la vida es como un río
que serpentea entre las rocas y que inclemente me golpea.
Entonces tal vez me rinda y decida no luchar con el destino
abriré mis manos y dejaré la espada, la coraza y el escudo
para entregarme adormecido al eterno placer de tus amores.
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