Llegaste del cielo como hermosa brisa
que a mi alma refresca con dulce ternura,
figura corprea que suave desliza
la imagen divina de una criatura.
Testigo callada se queda la luna
mientras que ilumina la noche esperada
de aquella figura que en su mente acuna
ser toda la vida mi mujer amada.
Tu hermosa figura me invita a desearte
porque ya te has hecho divina ambrosa,
eres mi alimento, no debes marcharte
porque si te marchas mi alma morira.
Cabellos hermosos, cuerpo refulgente,
tus pechos hermosos, tu fina cintura,
con pasos muy suaves te acercas silente
y cuando me besas se va mi amargura.
- - - - - - - - -
Maracaibo, 26/08/08
|