Ve y duerme, mi muñeca de ojos brujos,
te arrullaré con la canción que elijas,
detrás de vanos párpados de luz,
meciéndote en los brazos de la aurora.
Ve y pierde la mirada que se acaba
en las tímidas sombras de un dosel.
Entrégate a visiones del que sueña
en márgenes de ríos esmeralda.
Recorrerás, en brazos de Morfeo,
historias de quimera y fantasía
en alas de un Pegaso que agoniza
por sendas del ramaje, desterrado,
en lluvia de brebajes y pociones,
que guarden el secreto de tus ojos.
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