¿Cómo no llorar pensando en Jesús
que ofrendó su vida clavado en la Cruz
que por redimirnos sufrió ese delirio
y que por salvarnos sufrió ese martirio?
Si ves que mis ojos se llenan de llanto
No creas que hay enojos o que hay desencanto
Lleno de alegría y agradecimiento
Pues disfruto el día, la noche y el viento.
Por que Dios es bueno y me regala vida
Por que escucho el trueno, porque tengo vista;
A veces el llanto nos depura el alma
Y aunque acervo es manto que calma y cobija.
11-IV-75
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