Cuando la musa no llega a
excitar la imaginación.
Cuando el poeta no encuentra la inspiración.
Solo uno ante el silencio, la soledad de
la noche y lo que esconde.
De testigo una tenue luz, una
mesa,una silla y una amarga saliva.
Hoy soy un todo sin nada,
una noche sin estrellas,
un viajante sin maletas.
Quizás tú ausencia,tú poca
emotividad para tanta fogosidad,
tú cansancio derriban de mis ojos
este muro de cristales opacos.
Me deslizaría por vertientes escarpadas
por desfiladeros de vértigo, nadaría por mares de pecado por ríos envenenados.
Esta noche algún mandamiento
se quedaría a un lado y me
iría de copas con el diablo.
Que una llamada o un mensaje
no cura pero alivia, que a tú
lado se cae el muro de la
melancolía que contigo
gano la calma y no pierdo el alma.
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