Nublada la ilusión del cielo impuro
brindé ayer mi alto vasallaje,
surgiste de la nada sin ultraje
y me miraste… con mirar seguro.
Loca piedad de tu portal oscuro
vistió las galas del barroco traje
y fue la inflorescencia el maquillaje...
la forma de adornar el alto muro.
Llevaste sin opción mi desenfreno
al traspasar así mis emociones
los goces de una noche de premura.
Pusiste a mis deliquios nimbo freno
y al pasaje de nuevas abluciones
la fragancia de límpida figura.
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