La emoción de ser tan tuyo
Renacida sutil y con fragancia
rasgó la noche el delicado velo
oyéndose gemir en la distancia
el loco frenesí de un lobo en celo.
Vertió la luz su suave quiromancia
en la cascada sedosa de tu pelo
con ese toque que tu ser escancia
cuando me brindas de tu amor el cielo.
Sonaron las trompetas celestiales
al paso de tus formas colosales.
Los dioses se inclinaron con orgullo,
la luna se asomó con casto encanto
y pude sumergirme yo entre tanto
en aquella emoción de ser tan tuyo.
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Julio Serrano Castillejos
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Publicado el: 01-01-2009
Última modificación: 00-00-0000
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