El poeta es un chamán que juega con el tiempo
y un hechicero audaz plagado de nostalgias.
Vibra con la luz del sol y el mundo es su templo
en las noches eternas de paz y fantasías.
El poeta se duerme con los ojos abiertos,
cruza solitario el mar, vuela con alas rotas
sin sopesar distancias y sin oír rumores
pues igual que un delfín resbala entre las olas.
Mira con estupor las peripecias vanas
se peina de ternuras y seduce cadalsos.
Es abracadabrante cuando suda tristezas
y nos estrecha siempre en delirante abrazo.
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