¿Te acuerdas Paula, mi nena,
de cómo te vi a los ojos,
entre besos y sonrojos
aquella mañana buena?
Era tu cara serena
un lucero en mi camino,
del corazón mi destino,
de tus padres el amor,
en el cielo linda flor
de perfume siempre fino.
¿Te acuerdas Paula, mi amor,
cuando llegaste a mi mundo
haciendo mi amor tan profundo
y mitigando el dolor?
Te quiero yo con fervor
por morena y rozagante,
sonrosada y elegante,
tu pelo hirsuto y sedoso,
un dejo siempre gracioso
y tu boquita triunfante.
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