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Sin agua las lágrimas no existieran
ni suspiros ni almas ni alimento,
tampoco las hojas en el viento
y los mares del mundo nunca fueran.
Se da sólida, líquida y gaseosa
en todos los confines de la vida,
es por todos el agua bendecida
y ambicionada hasta en la sucia poza.
De agua es el hombre en sumo porcentaje,
de eso se forma el jugo de las frutas,
el agua brota del fondo de las grutas,
del verde mar y del azul celaje.
Es agua el verdor de las praderas,
de Dios, venero siempre es el agua,
radiante con el sol como la fragua,
cincel de ríos, de cauces y laderas.
Es el agua a pesar de los pesares,
la que llorar nos permite a todos,
está en la fuente limpia y en los lodos
y además en los puntos cardinales.
Agua llevaba la leche de mi madre,
agua tiene la sangre de mis venas,
del pecho de Jesús brotó más agua
y con agua sanamos nuestras penas.
Es el agua la gota de la vida,
lluvia incesante es del universo,
encuéntrase en el agua todo inmerso
a causa de su especie socorrida.
El hombre surgió de los océanos
y al agua volverá siempre contento,
con agua lavamos nuestras manos...
con agua bendecimos juramentos.
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