¡Eso es amor!
Estar contigo en veraniego hastío
sin esperar de las mañanas el rocío
y sin cubrirte con las mantas
de mi desesperanza, pues intuyo
que dejaste en mi almohada
tu cara dibujada en mil retazos.
¡Eso es amarte a tí!:
Pues en tu femenina ansiedad se imbrica
la turbulenta ventisca de mis desvaríos
con la resaca agreste de tu filantropía.
¡Eso es amor..!
Esperarte masoquistamente como si fueras
la mítica figura de un felino reptante,
o de un dorado y mortal lince feroz.
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