Anoche sentí la urgencia de calmar la sed de mi alma en tu piel,
de seguir el aroma transportador de tu esencia de mujer prohibida,
esa embriagante tentación que me seduce y me desprende de mi,
a tu lado llego totalmente indefenso, rendido, enamorado...
Mis ojos ya no destellan luz, son llamas flameantes envueltos
en deseo, todo oscurece y solo este destello se apodera del espacio
y allí justo allí, te encuentro enmudecida titubeante,
en medio de la nada y de todo al
mismo tiempo, te abrazo con mi mirar y te invito a sentir, vivir...
No se si son solo instantes, minutos o si son muchas
muertes sucumbidas, no le encuentro la lógica o razón alguna,
ni pienso solo me dejo llevar entre
la marejada de tu cuerpo, quitando el aliento de tus
labios húmedos, tratando
de ir mas allá de todo lo existente,
de la vida insignificante...
Este anhelo insaciable de ti, este despertar en tu amor,
ser carne, alma, sentir, poseyendo cada espacio de tu cuerpo,
dejar mi boca vertida en ti, mi lengua traviesa recorriendote
adentrándome en ti, escalar en tus profundidades mas secretas,
y ser solo tuyo, atado a tu cuerpo, a tu ser...
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