El extrañar no es más que la necesidad de sentir la vida
palpitar dentro del duro pecho, que no acepta tu adiós
silencioso que acongoja el alma y desangra en lágrimas…
Estas tan cerca y no te siento, solo te puedo extrañar
y soportar con rebeldía el dolor e impotencia que edifican
una vez la soledad en mí… y aun no aprendo a detener un sentir…
Será parte del vivir, que el amor y el dolor esten siempre en
la misma habitación, cada uno con su tiempo aguardando siliente
que el amor se engrandezca y el dolor lo desvanezca…
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