Quisiera elevarme hacia las nubes
donde el refugio de la paz
al alma solitaria cubre
siendo su aroma capaz
de protegerme de la obscudidad
de la noche cuando un lucero
me guía hasta el sitio donde existe
ese lago de mis sueños;
camino por la orilla descalza
hasta encontrar un espacio,
sólo mio, donde descansar.
Mi lago aparece ante mi despacio
como sonriendo a mi alma
que no quiere despertar.
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