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Pasó tan rápido...
el tiempo llevándose
el sonido de tus pasitos por mi alma
y el llamado de tus manitas
despertando mis sueños
cuando las sombras de la noche
despertaban los tuyos.
¡Tan rápido...!
Pasó tu ternura infantil
alborotando las horas
corriendo con alegría,
persiguiendo sudoroso
la libertad en tus juegos
y después de cansar el día
me abrazabas con dulzura
y sonriéndole a la calma
acurrucado en tu cuna
en tus sueños descansabas.
Que rápido pasó el tiempo
de biberones y compotas,
de los juguetes regados,
de las paredes rayadas,
de las pequeñas almohadas,
de las noches de desvelos
por esas fiebres tan altas
y también esos momentos
tan bellos cuando empezabas
a dar los primeros pasos
por la vida y el colegio.
Ahora son lindos recuerdos,
fotografías en mi alma.
Y siguiendo tu camino
continúas tu aprendizaje
pero se asoma como un niño
la ternura en tu sonrisa
y la calidez del amor
brotando cual suave brisa
desde tu alma y corazón.
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