Y resonaba un trueno de sedosas
luces, se estremecía mi corazón
se formaba un remolino, mi emoción,
al respirar tus entregas grandiosas
Caían de tus cuerdas maravillosas
cataratas desde el alma con pasión
para convertirse en sublime oración
al hacer eco en montañas gloriosas
Inventaba tu voz sonoros trinos
haciendo vibrar a las soñadoras
flores y árboles en los caminos
Pero no importa el tiempo si las horas
fueron tejiendo cielos cristalinos
donde en paz y amor ahora moras
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