Con las aguas bautismales
los ha bendecido el Señor,
son gotitas llenas de amor
como ángeles celestiales
que del manantial sagrado
fluyen desde el infinito;
rayos del amor bendito
que a sus almas ha tocado.
Y con la bendición de Dios
les abrazan sus padrinos
con este inmenso cariño
que les une a ustedes dos.
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