¡Late, late corazón!
y no escondas tu ternura,
a pesar de la incertidumbre
que respiras alrededor
y la tristeza que oprime
como oscura y espesa nube;
deja escapar los latidos
cual delicado silbido
cantándole a la ilusión
¡Late, late corazón!
que tu ritmo sea mi canto
déjame oir tu canción
con la dulzura y encanto
de la esperanza en el tiempo,
la claridad en los días
y el silencio y melodía
de las noches con su manto
cobijando con su aroma
los sueños y mis suspiros
en la almohada descansando;
late con suaves latidos,
despierta y seca tu llanto.
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