A veces, una luz requiere el día
cálida, transparente y tan especial
que sin cegar, en un momento crucial,
pueda iluminar la desarmonía
cuando el odio jugando a rebeldía
desbordara el desenfrenado caudal
arrasando como fiero temporal
dejando la esperanza en agonía.
Que sea una luz con rayos generosos
que quite la niebla y su dominio
y fluya como río cristalino
trayendo al alba trinos melodiosos,
a la noche un hermoso conticinio
y las fragantes flores del camino
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