Cargando la esperanza entre las flores
abres tu corazón Madre querida
recibiendo los ecos de la vida,
abrazando del mundo sus dolores
Renovando en el alma los albores
cuando sientes la mirada perdida
de los que llevan alguna herida
olvidando del día los colores
No habrá diferencia entre la gente
que llegará a tí en tu hermoso día
buscando tu aroma siempre presente
Eres nuestro orgullo y alegría
y aunque esté tu casa en occidente
todo el país te quiere Madre mía
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