Se enfrentó la lluvia un día
con una espesa oscuridad,
intentaba y no podía
ahogar lo que provenía
de su centro enmarañado
-jeroglífico grabado-
que comenzaba como voz
e iba cortando con su hoz
lo que viese atravesado...
Un caos hiriente se formó
imperando la confusión,
temblaba la tonta emoción
luego, a la lluvia fiel se unió
y aunque un rayo atravesó
el cielo que cobijaba
a esta guerra... continuaba
incólume las tinieblas,
arropando densas nieblas
al día que ya se asomaba
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