Qué importa que no se aprecie
a la luna en su nostalgia
que cuando la lluvia arrecie
se confunda con fresca magia
¡Qué importa! si algún día
el alma incrédula se volvería
por esperar del atardecer
un hermoso y tierno querer
Heridas en el alma callada
que van surcando el firmamento
como estrellas en la madrugada
en silencioso tormento
Son dolorosas, existen
como parte del universo
no se imponen sólo persisten
en el corazón, como el verso
Los recuerdos quedarán
guardados en la cajita
y el rocío como agua bendita
los sentimientos regarán.
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