De todas las heridas
que se reciben sin razón,
la mentira, el engaño, la traición;
todas son de la misma condición
Es una humillación
que destroza el corazón
Nunca se está preparado
para recibirlas,
porque si se es sincero
en la vida,
uno vive confiado
sin presentir que de repente
llega algo inesperado,
y le deja el corazón herido,
dejándolo tan dolido...
que la duda como que queda siempre
de volver a creer en la gente.
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